Hotel Mur
Situado en pleno centro, el Hotel Mur es uno de los hoteles de Jaca mejor ubicados, frente a la Ciudadela y junto a la Catedral. Fue inaugurado en 1875 y en sus habitaciones se han alojado ilustres de la época tanto de la vida política como cultural y artística.
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Hotel Mur
Situado en pleno centro, el Hotel Mur es uno de los hoteles de Jaca mejor ubicados, frente a la Ciudadela y junto a la Catedral. Fue inaugurado en 1875 y en sus habitaciones se han alojado ilustres de la época tanto de la vida política como cultural y artística.
El hotel cuenta con una decoración con toques rústicos en piedra y madera. Los huéspedes podrán descansar en una de las 80 habitaciones recientemente reformadas, todas ellas equipadas con baño completo, tv y un balcón con vistas al castillo de San Pedro y a la catedral. Destacan sus suites que cuentan con sala de estar, sauna y bañera hidromasaje.
Las instalaciones se completan con un gimnasio, junto a otros servicios como ascensor, una sala para ver la televisión, guardaesquís y acceso a internet por wifi en las zonas comunes.
Recarga pilas con su desayuno buffet. En su restaurante podrás disfrutar de una cocina casera en la que priman los ingredientes de la comarca, a través de sus distintos menús, entre los que destaca un menú especial para peregrinos del Camino de Santiago.
Por supuesto, al alojarte en este hotel de jaca te podrás practicar las numerosas actividades que permite la zona. En invierno, es perfecto para los amantes del esquí y en verano, destacan la multitud de actividades al aire libre que el Pirineo sirve en bandeja.
Opiniones sobre el Hotel Mur
Estoy con un grupo de 50 personas y lo que es una vergüenza que pongan estas críticas hacia el hotel. El personal muy agradable, la comida buena y la dueña es encantadora. Ubicación inmejorable y precio muy asequible. Un auténtico museo y eso hace que sea antiguo, pero sinceramente merece la pena parar aquí. Volveré y lo recomendaré a todo el mundo
Mal hotel. Viejo, sucio, camas blandas (te hundes), baño pequeño e incómodo, habitación llena de moscas (hay moscas por todas partes, incluido el baño), sin aire acondicionado ni ventilador. Es caluroso en verano, lo que obliga a mantener las ventanas abiertas con el consecuente ruido infernal de la calle. Hay muchísimo ruido en la calle por la noche. Las paredes finas hacen que se escuche absolutamente todo entre las habitaciones, así como el ruido de las puertas al abrir y cerrar. Las puertas que comunican los pasillos cierran de golpe, provocando un portazo que resulta terriblemente molesto. Aparcar en las inmediaciones del hotel es una odisea. El servicio del hotel es malo, desagradable y poco colaborador. Lo único bueno que tiene el hotel es su ubicación, es excelente.
Un Hotel con mucha solera y con una gran variedad de elementos antiguos que hay que saber valorar, en contra a mi pesar diré que la limpieza general del mismo es un poco escasa y en la habitación que me me ha tocado 501 había diferentes elementos rotos como secador, mampara de la ducha. Le falta un poquito de amor a un hotel tan bonito.
La verdad para gustos los colores. Hotel fuera de lo común, personalmente me gustó mucho,parece un hotel para rodar la matanza de Texas , la decoración es muy peculiar . Lo recomiendo.
Un hotel antiguo cargado de historia. El servicio es un poco básico, aunque el lugar es un museo en si mismo. Me encantó el lugar, las camas no son tan cómodas por el precio de las habitaciones, y nos vendieron como "habitación matrimonial" una habitación que tenía dos camas de una plaza juntas, y el televisor es algo pequeño. El desayuno incluido está muy bien. Tiene una excelente ubicación. Yo particularmente volvería a alojarme en el hotel, teniendo en consideración la elección de la habitación.