Estuve hace un par de semanas y fue una muy buena experiencia. Un hotel muy agradable, un personal atento y acogedor, dispuesto a facilitar todo lo necesario para que la estancia sea perfecta. Limpieza diaria de las habitaciones. El servicio de cocina, perfecto apetecible y en su punto. Instalaciones deportivas, suficientes, teniendo en cuenta que al ser verano hemos estado poco en ellas. Una cosa a mejorar es la iluminación de la habitación, no se si con cambiar la intensidad de las bombillas pueda estar solucionado. Una experiencia ¡repetible y recomendable!

He tenido la gran suerte de alojarme en este hotel del 18 al 25 de de agosto. Realmente el trato de todo el personal ha sido excelente. Queriendo hacer una mención especial a dos personas extraordinarias, tanto por su gran calidad profesional como humana. Sus nombres son Carla y Juanma. Gracias por vuestra amabilidad, cercanía y simpatía. Siempre os llevaré en el corazón.

Las habitaciones son amplias y eso es lo único bueno que tiene el hotel, en cuanto al estado de las habitaciones dejan mucho que desear, paredes bastante sucias, los muebles se ve que son bastante viejos y rotos, azulejos del baño rotos, por no decir de la escasa insonorización de las habitaciones. Llegas al hotel después de pagar un dinero con la intención de estar tranquilo y relajado y resulta que te pasas toda la estancia escuchando niños llorar, íbamos dos personas y nos metieron en una habitación triple que debe de ser donde estaban las familias, porque escuchábamos niños llorar arriba, jaleo de niños en la puerta justo de alado que parecia que estaban jugando dentro de nuestra habitación, un desastre vamos. La verdad que no volvería, ni se lo recomendaría a nadie, nos vamos bastante disgustados y con una imagen bastante negativa del hotel.

Está muy bien la comida. Buena calidad y cantidad. Un buen chef. La limpieza también está muy bien, atento a los detalles. En recepción muy implicados en hacerte la estancia agradable y de facilitarte cualquier cosa que necesites. Personal amable y sonriente. Muy profesional.

Es un hotel de habitaciones grandes y con camas grandes, con colchones en buen estado, todo está muy limpio, incluso la cama que te ponen para la perrita, puedes ir sin nada porque allí te encontrarás de todo, desde chanclas para baño hasta gorros para la piscina, tiene la neverita en la que puedes guardar cosas que necesitan estar frescas como el paté del perro, no dan almuerzo ni cena pero dan un picnic que está bien y no es caro para lo que te dan. El desayuno esta bien, lo esperable en este tipo de hoteles,