La estancia ha sido muy agradable. El personal, atentísimo. El hotel es tranquilo, familiar y acogedor. Las vistas de nuestra habitación envidiables. Roto, el restaurante es un sitio maravilloso. Si quisiera reseñar que el hotel necesita una reforma urgente. La insonorización de las habitaciones deja mucho que desear. Se escucha todo y se ve que el paso del tiempo ha hecho mella.

Hicimos la reserva con mucho tiempo de antelación sin embargo las dos habitaciones que nos dieron fueron en la planta baja con vistas al aparcamiento... cuando viajas a la nieve te gusta al menos tener alguna vista de la montaña. Muchísima dificultad para aparcar, deberían incluir en el precio el aparcamiento de un vehículo para los clientes. al estar el restaurante Rota al lado, con tanta clientela, se nos hacía muy complicado aparcar cada día. Por otro lado por las noches muy ruidosas con DJ y música en directo en el restaurante, se oía bastante desde nuestras habitaciones. Por la mañana el desayuno, bufet libre, pero poca atención de los camareros, que estaban a mil cosas.... mesas sucias, el restaurante con poca luz... faltaban cubiertos, café, leche, esperando... si bien era hora punta (8-9h de la mañana) es algo que se puede prever y organizar mejor. Siendo un hotel de 4 estrellas.

cuando nos dieron la habitación en la neverita había jamón y queso abiertos de los húespedes anteriores, la lámpara grande no funcionaba, y la tele no iba muy bien. por lo demás genial, los desayunos muy ricos y la atención al cliente buena.

Estoy alojada con mi familia con 3 niños pequeños y cuando llegamos nos dicen que el restaurante no está habilitado por un fallo técnico en la semana de Nochevieja. Nos hacen ir a cenar a un hotel con un paseo a menos 2 grados con tres niños pequeños . El desayuno es en el restaurante roto con un personal pésimo que me pone pegas hasta para calentarme el biberón de un bebé. Además de la pésima calidad personal , la comida del desayuno es muy mejorable. Una experiencia malísima , muy mal trato pero eso sí precio de hotel de 4 estrellas.

Hay que saber que al final vas a un hotel de esquí pero la verdad que 4 Estrellas es demasiado… las habitaciones anticuadas, demasiado diría l, necesitan una buena rehabilitación… Estuvimos en servicio de media pensión, el desayuno de baja calidad y con muchas ausencias, los huevos crudos, bacon igual, faltaba leche todo el rato y no hubo Cola Cao durante los dos días. El servicio de cenas era más o menos, una calidad muy pésima para que sea 30 euros por ese servicio… muchas cosas incomibles y muy grasas, muy decepcionada con ese aspecto…